¿Realmente querés estar sana o te has acostumbrado a estar enferma?

Hoy estaba leyendo Juan 5:1-15

Primero quiero establecer el contexto... Había un ESTANQUE en el que cualquiera que entrada cuando el ángel de Dios movía las aguas, quedaba sano de cualquier enfermedad. Y había un INVALIDO, que tenía 38 años de estar tendido al lado del estanque, tratando de encontrar sanidad pero año tras año fallaba.

Ahora, lo que me llamo muchísimo la pregunta que Jesus le hace al invalido:

- Le pregunta "¿Quiéres quedar sano?"

- Pregunta a la cual yo hubiera pensado que la respuesta lógica sería, "CLARO! Yo quiero estar sano"

Sin embargo, el hombre, a pesar de sus 38 años de dolorosa espera, contesta:

- NO TENGO a nadie que me meta al estanque y cuando trato SÓLO, otro lo logra ANTES QUE YO.

En otras palabras,

1) No tengo a nadie que me ayude. 2) Mis propias fuerzas tampoco son suficiente. 3) Y además tengo 38 años de intentar y fracasar.

Y esto nos parece tan ilógico, porque NOSOTROS SABEMOS que el esta hablando con Jesús y que EL puede sanarlo, y que para hacerlo no necesita de nadie más, ni de las fuerzas de el paralítico, Jesús es SUFICIENTE.

Ahora, a pesar de las excusas del paralítico, Jesús mira más haya de sus miedos y frustraciones y decide suplir su necesidad, por lo que sólo le dice:

-Levántate, toma tu camilla y anda. Y el al instante quedo sano e hizo lo que Jesús le dijo.

Ahora, pensemos sólo un momento, lo que puedo haber pasado por la cabeza de este hombre:

-Claro que quiero estar sano, ¿no ve que tengo 38 años de intentar pero no he podido?-

-¿Cómo que me levante, no ve que estoy paralítico?-

-Y bueno como que ya estoy un poco acostumbrado a estar aquí tirado, por lo menos no entrar al pozo es una decepción conocida y sé como afrontarla. Pero que tal si me trato de levantar y no puedo, entonces habré albergado falsas esperanzas y eso me va a doler más-.

-Ah y eso sin pensar que tengo 38 años de no caminar, mis músculos deben estar atrofiados y caminar va a significar mucho dolor-.

Pero, aún así, el se levantó y camino.

Todo esto que me hizo pensar; ¿cuántas veces Jesús nos ha preguntado, ¿Queres estar sano? Y pensamos en nuestra circunstancia antes que en QUIEN la puede cambiar.Y peor aún, ¿cuántas veces realmente no queremos ser sanos porque implicaría dolor, esfuerzo, cambio y riego.

-Dios, se que mi novio no me conviene, pero lo amo. -Levántate y déjalo-. -Dios, no me gusta como me veo, quisiera bajar de peso. -Levantate y anda al gimnasio, levántate y prepárate algo saludable de comer-. -Dios, estoy cansado de buscar trabajo y no encontrar. -Levántate y sigue mandando currículums, no te rindas que yo estoy en control-. -Dios, quiero conocerte más y profundizar en nuestra relación. -Levántate y lee la Biblia. Levanté y ora aún en los días que escasea el tiempo-. -Dios, quiero dejar de tomar. -Levántate de esa silla en el bar y anda a casa-.

No se ustedes, pero muchas veces he pedido cosas para las que que realmente no quiero hacer nada para cambiar, y entonces cuando Dios me pregunta si quiero estar sana pienso que diría que si. Pero en realidad me lleno de excusas y me siento derrotada antes de empezar, porque confió en mis circunstancias y en mis fuerzas nada más.

Sin embargo, tenemos que tener en cuenta esto, "DIOS HACE LA PARTE IMPOSIBLE, PERO QUIERE QUE NOSOTROS HAGAMOS LA PARTE POSIBLE "

Ósea, Dios restaura tu corazón, pero debes dejar la relación que te hace daño, Dios te ayuda a desarrollar disciplina y dominio propio, pero vos debes ir al gimnasio y comer mejor, Dios te ayuda a buscar trabajo y proveerá en el mientras tanto, pero vos tenes que mandar los currículums.

Dios sano a un invalido que no ha caminado en 38 años, pero el necesito levantarse y confiar en que con la ayuda de Jesús, si lo podría lograr.

"LA DIFERENCIA ENTRE GANAR O PERDER LAS BATALLAS, ESTA EN PELEARLAS SÓLO O DE LA MANO DE DIOS"