En el crisol se prueba la plata
    y en el horno se prueba el oro,
    pero al corazón lo prueba el Señor.
(Proverbios 17:3)

 

Lectura del Día: Filipenses 1:6

 

Cuando entramos en una relación con Dios, no solo somos llevadas de la muerte a la vida. Dios nos salva por medio de la sangre de Jesús, pero además trabaja en nuestros corazones todos los días. Transformandonos, restaurandonos, sanandonos y ayudandonos cada día a ser más como Jesús.

Y yo no sé a ustedes, pero a mi a veces me parece que es tanto lo que Dios tiene que hacer en mi vida, que no vamos a lograrlo. Siento como si estuviera más haya del punto de reparación. Sin embargo, Dios nos promete que llevará a feliz término la obra que ha empezado en nosotros.

Así que cuando estemos batallando con algo en nuestra vida que nos roba la paz o que nos hace queres renunciar. Recordemos esto: "puede que aún no estemos donde queremos, pero ya no estamos donde empezamos". Estoy segura que cada una de nosotras puede pensar en áreas en que hemos crecido de la mano de Dios, de modo que cuando el camino adelante se vea duro, hay que recordar que Dios nos va a acompañar seimpre y promete que nunca dejará de transformarnos.
 
Promesa de Dios para mi:
Dios me salvo de la muerte por medio del sacrificio de Jesús. Pero además, día a día trabaja en mi interior para transformarme y hacerme más como su hijo. Así que no debo temer o sentir vergüenza ni desanimo cuando me tope con áreas en que aún quede trabajo por hacer, pues Dios promete que Él perfeccionará Su obra en mi.

Reflexión:

1. ¿Cuáles áreas de tu vida te hacen sentir frustrada porque no ves el avance que quisieras?

2. ¿Le has entregado esas áreas a Dios o estás trabajando en tus propias fuerzas?

3. ¿Qué pensas que cambiaría en tu vida si vivieras con el convencimiento de que Dios perfeccionará Su obra en vos?
    

Oración:
Dios, hoy te pido que me ayudes a confiar en tus tiempo y propósitos. Quiero estar agradecida por los procesos y no sólo enfocada en los resultados. Llevate toda frustración que estorba en mi corazón. Ayudame a saber que la buena obra que haz comenzado en mi, la irás perfeccionando hasta el día en que nos veamos cara a cara. AMEN!